Patrimonio Documental y Bibliográfico
El documento de archivo cualquiera que sea su soporte es único. Ésta característica se constituye como la fundamental a la hora de establecer diferencias con los fondos bibliográficos y hemerográficos, cuyo origen es siempre plural. Así junto a la unicidad, el carácter de fuente cultural primaria, es tanto más importante, cuanto más distanciado se halle de su original justificación legal, es decir de su valor administrativo. Foto_2-WEB-Final-CCEscrita-[640x480].jpg

El documento de archivo, como todo bien cultural y de carácter mueble posee además de una naturaleza corpórea o física, un soporte, unos elementos sustentados que albergan su mensaje privativo. Este bien cultural, por su carácter, exige que su conservación atienda tanto a la integridad física como a la integridad funcional.  Como principios generales, los anteriores están recogidos en la normativa estatal y autonómica aplicable al Patrimonio documental.

La conservación asegura por tanto la permanencia y la durabilidad documental. Permanencia ligada a la conservación de la naturaleza física; y durabilidad ligada a la capacidad de transmitir la información. Por lo que la integridad documental sólo se logrará con la conservación de la materia; y será cuando fallen las medidas preventivas cuando se plantee la restauración, como  una acción eminentemente curativa.

Estas consideraciones nos introducen en la acepción de los archivos, como contenedores del patrimonio documental como centros activos y no pasivos en lo referente a la conservación. Dentro de ese criterio hemos de entender que en dicha materia las medidas preventivas, como primera faceta de la conservación, han de ser prioritarias, aunque en el caso de los documentos deteriorados haya que pasar necesariamente a una acción restauradora.
    
Ello nos permite argumentar el carácter multidisciplinar de la conservación y explica sus relaciones con otras disciplinas, como por ejemplo, con la Química, para el estudio de las reacciones del envejecimiento, así como las características y propiedades de los materiales a utilizar; con la Física para el estudio de las influencias de los factores físicos en el deterioro de los documentos; con la Biología, para el aislamiento, identificación y control de los agentes del biodeterioro; con la Ecología, ya que el medioambiente juega un papel fundamental en la velocidad y sentido de las reacciones de envejecimiento.